Enraíza tus pies, ¡la base del equilibrio!

¿Sabías que nuestros pies son una perfecta obra de arte?
Estos, tienen un papel fundamental en nuestro día a día y en la práctica del yoga, ya que soportan buena parte del peso corporal.
¿Cómo se compone el pie?
Los pies están formados por 26 huesos y 32 articulaciones, junto a nervios, músculos y ligamentos; los cuales nos permite mantenernos erguidos y en movimiento, andar, amortiguar y mantener el equilibrio. Su movimiento no es aislado, éste, repercute en nuestras rodillas, caderas, columna vertebral y cabeza.
Así que, podemos suponer que la aparición de cualquier desequilibrio en esta parte de nuestro cuerpo, repercutirá en todas las partes de nuestro cuerpo.
Los pies son los cimientos sobre los que reposa el resto del cuerpo cuando realizamos posturas en pie, nos mantienen enraizados a la tierra pero, además, deben adaptarse y responder a los cambios de peso del cuerpo mientras mantiene la postura.
Si cogemos un pie y lo observamos con atención vemos que, éste, es como un arco. Distribuye el peso de forma parecida a una pirámide, en una red tridimensional.
Los 3 arcos plantares
- Arco longitudinal medial (LM): situado en la parte interior del pie
- Arco longitudinal lateral (LL): situado en la parte exterior del pie
- Arco transverso (AT): cruza el extremo distal de los cinco metatarsianos
Los arcos no funcionan de forma individualizada, ni permanecen estáticos en las líneas que utilizamos para delinearlos
Si tuviéramos que unir los puntos para crear estos arcos, veríamos tres:
- Talón (calcáneo)
- Base dedo gordo (extremo o cabeza distal del 1r metatarsiano)
- Base dedo meñique (extremo o cabeza del 5º metatarsiano)
Este triángulo delinea los tres arcos: medial, lateral y transverso *muy importantes en la práctica del yoga físico*
La falta de arcos en una postura puede suponer alteraciones en nuestras extremidades inferiores; puede generar rotación en la tibia, que la rodilla quede hacia dentro, y como consecuencia, la articulación de la cadera cambie.
La posición de los pies en la práctica del Yoga
Un componente importante de las posturas en pie es dónde ponemos los pies en relación el uno con el otro. A qué distancia está el uno del otro y cómo se alinean entre sí afectará a la estructura y, por lo tanto, a la postura que se crea por encima de ellos.
Creemos firmemente en el patrón anatómico único de cada persona, por lo que, puede que una colocación de pies idónea para ti, no lo sea para tu compañero, así que la mejor forma es individualizar esta posición.
Además, tal vez hoy necesites más distancia entre los pies, porque tus caderas están de una forma o padeces de una lesión, y puede que en unos meses ese patrón cambie y también cambie la relación de tus pies en esa postura.
La postura por excelencia para trabajar este concepto es Tadasana, asana utilizada como punto de partida de todas las posturas de pie. Te la mostramos a continuación:

…Vamos a resumírtelo un poco más de cerca…
Por último, a continuación vamos a integrar anatomía y práctica con la ayuda de esta asana y cuatro ejercicios ordenados que puedes practicar fácilmente hoy mismo.
Ejercicio 1: Reconocimiento de los 3 arcos plantares
Colócate en la postura de Tadasana (la montaña), a continuación levanta los dedos de los pies y busca los 3 puntos que delinean los 3 arcos: la base del dedo gordo, base meñique y talón. Cierra los ojos y siéntelos.
Ejercicio 2: Oscilar en bloque
Colócate en Tadasana, intenta oscilar únicamente desde los tobillos y que el resto del cuerpo por encima de estos, se mantenga lo más recto posible. A poder ser, sin flexionar las rodillas
Ejercicio 3: El cuerpo se ajusta a la línea de gravedad
En postura de Tadasana y con los ojos cerrados, cambia el peso de tus pies. Inclínate un poco hacia delante, luego hacia atrás, hacia los lados y a continuación haz círculos en los dos sentidos. Siente como, al cambiar el peso de tu cuerpo, tus pies tienen que readaptarse a esta línea gravitatoria para sostener el cuerpo, percibiendo además, la activación de los músculos.
Ejercicio 4: Cambiando el eje de los pies
Coloca los dedos de los pies encima del bloque y los tobillos en el suelo. A continuación mueve los muslos hacia atrás y el coxis hacia dentro. De esta forma, tomas conciencia de la sinergia de todos los músculos; elevando las rodillas, activas los cuádriceps para mantenerte erguido, además de estirar los músculos sóleo y gastrocnemio (los gemelos para los amigos)
Si te surgen dudas, o quieres dejar tu comentario, tanto Sara (Enfermera I Yoga Integrativo) como Helena (Fisioterapeuta I PNI I Yoga) estamos aquí para responderte.
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