Propósitos de año nuevo

La celebración del fin de un año, así como pasa con el fin de cualquier ciclo o etapa, es algo que en todas las culturas está presente. La conciencia de que algo se acaba y empiezan nuevos comienzos, inicios u oportunidades, es algo que a tod@s nos inquieta. El cambio de año a veces se vive con cierto miedo, pero, a la vez, nos aporta ilusión y motivación.
En general, son momentos que nos invitan a la renovación, son momentos de reflexión, de valorar las posibilidades de cambio, de mejora… son momentos en los que se hace evidente nuestra necesidad de evolucionar.
Enero, así como ocurre en otras determinadas fechas (los aniversarios, las vacaciones, los inicios de nuevo curso etc.) a lo largo del año, aparecen como por ‘arte de magia’ momentos que nos invitan a ese ‘reconectar‘ al ‘despertar‘. Son, en realidad, oportunidades. Pues facilitan algunas tomas de decisiones que se nos resistían, a emprender determinados cambios en el estilo de vida, etc. Hablamos de momentos que nos invitan a la apertura de nuestra conciencia de una forma ‘especial’.
Aunque, a pesar de propiciar todo esto, hay que ser consciente de que los propósitos no modifican realmente nada en nuestras vidas si no van acompañados de acción. Realmente somos nosotr@s quienes lo hacemos.
¿Qué hay detrás del propósito?
Cuando un@ se plantea un propósito, lo hace con el deseo de:
En todo caso, existen muchos tipos de propósitos distintos. Y es interesante conocer de dónde nacen y cómo están formulados realmente.
- Alcanzar algo que no está presente en este momento de su vida. Bien, nunca estuvo, o, si lo estuvo, desea recuperarlo.
- Mantener algo valioso que está presente en el momento presente.
- Evitar ciertos aspectos desagradables, incómodos o dolorosos que están bajo control de la persona. O, por lo menos, así lo percibe. Podría tratarse de relaciones, hábitos, conductas, entre otros.
Tomar nota de cuáles son mis propósitos, permite que se amplíe la conciencia (en espacio y tiempo) de aquello importante para mí, para mi vida. El planteamiento de propósitos provoca, además, la escucha, la autoobservación y la reflexión entorno a los aprendizajes que hay detrás de determinadas experiencias vividas.
El cambio de año, el Año Nuevo, aparece en muchas ocasiones como una especie de ‘auditoría vital’. Un momento de ‘comprobación’, de ‘revisión‘ acerca de los objetivos y las prioridades que son importantes para nuestra vida. Como por ejemplo, cómo se está llevando a cano el cuidado de un@ mism@, cómo hacemos las cosas que hacemos, cómo nos comportamos y sentimos… En definitiva, nos hace plantear cómo vivimos la vida que tenemos entre manos.
Pero, detrás de los propósitos, en muchas ocasiones, también aparecen frustraciones, deseos no alcanzados, insatisfacciones y dolor. Es la parte oscura que guardan esas ‘buenas intenciones’ y que, a menudo, debido al pensamiento positivo, nos pasan desapercibidas.
Profundicemos un poco más en cómo podemos manejar mejor la ‘ambivalencia’ que pueden suponernos nuestros ‘propósitos’. Aunque, antes de eso, vamos a conocer…
Los propósitos de Año Nuevo más populares
Estos son los propósitos más populares en nuestra sociedad:
- Hacer deporte, o hacer más deporte
- Ahorrar más
- Pasar más tiempo con la familia y los seres queridos
- Viajar más
- Encontrar pareja
- Tener hijos
- Dejar de fumar
- Encontrar un trabajo, o un trabajo mejor
- Ser mejor persona
- Etc.
Ventajas de plantearme propósitos para Año Nuevo
- Escribir los propósitos ‘a papel’ permite ordenar las prioridades, tomar conciencia de las cosas importantes, y establece orientación entorno a lo que deseamos.
- Tener un propósito por delante, mantiene la motivación de los hábitos, conductas y actitudes necesarias para lograr aquello que deseamos alcanzar.
- Por lo tanto, aclarar los propósitos facilita la consecución de nuestros objetivos. Incluso, para aquellos que son más vitales para la persona.
¿Existen ‘contras’ de plantearme propósitos en Año Nuevo?
Por lo general, tal y como hemos visto, plantearse propósitos es una forma de organizarse. De plantearse y revisar los objetivos, las ideas y los deseos propios que deseamos en nuestras vidas. Así es que, de entrada, no.
Sin embargo, es muy importante establecer propósitos bien formulados.
Pues perseguir propósitos que se han planteado sin estar bien alineados a los propios valores, al contexto y realidad personal o que, simplemente, no están conectados a las necesidades y a lo que nos hace realmente feliz, los propósitos planteados pueden vivirse con mucha frustración, desgaste y cierta ‘decepción cronificada’.
Lograr mis objetivos ¿Tiene que ver con mi fuerza de voluntad?
Es complejo. De hecho eso daría para otro post (quién sabe si lo habrá).
Personalmente, no atribuiría a la ‘voluntad’, o falta de ella, el logro de nuestros objetivos y propósitos. Son muchos los factores y las condiciones que determinan que se vayan o no a cumplir.
Por nombrar algunos de esos factores:
- No es lo mismo alcanzar tus propósitos cuando tienes un contexto favorable, que cuando no lo tienes.
- No es lo mismo sentir apoyo de tu pareja, hijos, padres, amigos y otros seres queridos, que no sentirlo.
- No es lo mismo superar dificultades cuando tu propósito representa algo muy importante para ti, que afrontarlas cuando eso no es así.
- No es lo mismo mantenerse comprometid@ con unos hábitos, actitudes y/o comportamientos que motivan y son agradables, que mantener el compromiso con aquello de disgusta, cansa, aburre, etc.
Sin embargo, ¡Ser demasiado exigente genera mucha frustración!
Me gustaría hacer especial mención a la exigencia y, concretamente, a la auto-exigencia.
Cuando el propósito que se pretende alcanzar es demasiado ambicioso, poco realista o, simplemente, lo tomamos con una exigencia desmesurada, lograrlo puede resulta frustración. Un propósito mal forualado, en lugar de ser una fuente de motivación y brújula, representa un pozo sin fin de agobio y sentimiento de fracaso.
Veamos un ejemplo:
‘La imagen que tengo proyectada de mi debe cumplir el ser ‘mi mejor versión’…’ (estar muy feliz, ser muy amable, llevar una dieta perfecta, entrenar duro para alcanzar un cuerpo 10 en verano, etc.)
Año nuevo es un momento relevante para muchas culturas, también epara la nuestra. Así es que, con este post algo ‘diferente’ a lo habitual, esta semana queremos invitarte la construcción de unos propósitos para este 2022 que sean SMART.
¿Y qué significa eso? Veámoslo…
Establece tus propósitos para el nuevo año de forma SMART
Ante todo, escribe en papel y boli cuáles son tus objetivos y propósitos para este año 2022.
A continuación, asegúrate de que cumplan los siguientes puntos:
S
‘S’ del inglés ‘Specific’, es decir, Específico.
Asegúrate de que eso que te planteas está descrito de forma específica, concreta y detallada.
M
‘M’ de ‘mesurable. Es decir, que puedas medirlo o cuantificarlo. Que de algún modo tengas una medida objetiva para poder determinar su alcance.
A
‘A’ de ‘Alcanzable’. Para ello es importante que sientas la confianza de poder alcanzarlo con determinadas acciones (que por supuesto te recomendamos anotar y tener claras). Ten en cuenta que, una vez se alcance, siempre puedes ampliar e ir a apuntar más alto luego.
R
‘R’ de ‘Relevante’. O sea, que realmente tenga importancia para ti, que sea relevante.
T
‘T’ de ‘Temporal’. Lo que significa que puedas establecer un fecha, un momento, que lo limite en el tiempo. Con ello se va a convertir en algo palpable y próximo, y no en un sueño o una fantasía lejana que queremos alcanzar.
En resumen:
- Planifícate entorno a tus deseos, necesidades e intereses.
- Establece el espacio y el tiempo que permitan la consecución de tus propósitos.
- Comparte tus ideas con aquellos que podrán acompañarte y darte apoyo a lo largo de tu recorrido.
- Confía en el proceso.
- Permítete pequeñas recompensas como muestra de gratitud hacia ti mismo.
- Establece límites con aquellas cosas que te alejan de tus propósitos y que, por supuesto, estén bajo tu control.
Deseo que hayas podido despedirte de 2021 y todo lo que ha traído consigo, para afrontar ese 2022 conectad@ y alinead@ a tus necesidades, deseos y propósitos.
Si deseas que te acompañemos en este camino, siempre estamos AQUÍ
Gracias una semana más por leernos 🙂
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