Tips para cuidar tu suelo pélvico durante este curso

¡Nuevo curso, nuevos retos!

A qué nos referimos cuando hablamos de Suelo Pélvico

…Aunque siempre es buen momento para cuidar nuestro suelo pélvico, con la entrada de septiembre much@s nos planteamos nuevos objetivos y creamos planes de acción para llevarlos a cabo. Un muy buen objetivo para empezar a cuidarte de nuevo es prestar más atención y cuidados a todo aquello que está relacionado con tu zona lumbo-abdomino-pélvico-perineal (que nombre más largo y complicado de decir, ¿verdad?), o sea, las áreas que engloban estas zonas específicas en tu cuerpo.

La importancia del CORE

Aunque, cuando hablamos del cuidado del suelo pélvico, no únicamente debemos prestar atención a dicha zona en cuestión; sino que las estructuras que la rodean, también deben de ser atendidas para que puedan trabajar en equipo y sin problemas. A este equipo de estructuras es a a lo que nos referimos y denominamos ‘CORE‘ (si quieres saber más sobre el tema, hace unos meses escribimos un post sobre ello, te invitamos a visitar la entrada).

Este post tiene el objetivo de hacerte llegar información fácil, transparente y clara acerca de cómo puedes empezar a cuidar esta zona. Y, ya que hablamos de objetivos y de nuevo curso, queremos enseñarte cómo debes prestar atención y qué acciones van a ser beneficiosas para lograr un buen cuidado del suelo pélvico. 

¡Empezamos!

Cuidar tu Suelo Pélvico es cuidar de…

  • La mucosa

    Es de vital importancia que observes en qué estado está tu mucosa vaginal. Quizás notes que está poco lubricada, sientas picores molestos, que está muy enrojecida o demasiado apagada, que hace un olor más fuerte de lo habitual… todo esto son indicadores de que tus mucosas no están al 100%. En ocasiones, el problema no es localizado (de hecho, ¡normalmente no lo es!) ya que el sistema común de mucosas se relaciona entre sí, es decir, si la mucosa intestinal tiene alguna alteración, probablemente la mucosa vaginal también sufra sus consecuencias. 

    OBJETIVO: Observa a tu mucosa y presta atención a tu alimentación.
  • Ejercitar los músculos del suelo pélvico

    Como siempre, y en todos los casos, hay que “INDIVIDUALIZAR”. Debemos valorar el tono y la fuerza que tiene nuestro suelo pélvico con un fisioterapeuta uroginecológico. El equilibrio entre la fuerza y el tono nos asegurará un buen funcionamiento de la musculatura y un mejor posicionamiento de las vísceras pélvicas.

    OBJETIVO: Pide cita para hacer una valoración de tu suelo pélvico con un profesional especializado.
  • ¡Evita el estreñimiento!

    El gran enemigo del suelo pélvico. Al ir al baño evita apretar y, si es posible, coloca un pequeño taburete debajo de tus pies, de forma que el ángulo ano-rectal esté más abierto y favorezca la salida de la hez. Si debes apretar un poco hazlo durante la exhalación y alargando la columna, evitando así cortar tu respiración y eliminar la presión añadida.

    OBJETIVO: Ingesta adecuada de agua, alimentación óptima y ¡muévete!
  • Un abdomen funcional

    En ocasiones creemos que un abdomen fuerte, donde tener muy marcados los rectos  (famosa tableta de chocolate) nos asegura la estabilidad en esta zona, y no es exactamente así.  Nuestro abdomen consta de cuatro músculos, donde de más profundo a superficial tenemos: el transverso del abdomen, el oblicuo interno, el oblicuo externo y los rectos abdominales. Estos cuatro músculos tienen un orden de activación para asegurar la estabilidad lumbo-pélvica. En primer lugar se activa el transverso del abdomen e inmediatamente va el oblicuo interno y luego el resto. En ocasiones el transverso del abdomen está demasiado débil y no es capaz de contraerse, con lo cual el resto de músculos trabajan más de la cuenta, y es entonces cuando nuestro abdomen se desprograma y aparecen las lesiones, tanto en columna lumbar como en suelo pélvico. 

    OBJETIVO: Trabaja tu abdomen de manera funcional, si no sabes cómo pide tu consejo Aquí
  • La postura

    Este tip está muy relacionado con el anterior. La buena postura nos asegura la activación de la musculatura involuntaria, la que nos sostiene para que no nos desplomemos. Los músculos tónicos son los que trabajan para asegurarnos una buena gestión de las presiones y una buena postura. Por ejemplo, el transverso del abdomen (cruzo los dedos porque a estas alturas ya lo conozcas) es, por ejemplo, un músculo tónico, o sea que se activa involuntariamente para asegurar la gestión de presión abdominal, pero si nuestra postura está alterada, no se activará de manera adecuada y, entonces, sucede lo que te explicábamos en el anterior tip xon el riesgo de que aparezcan posibles lesiones.

    OBJETIVO: ¡Cuida tu postura! Hazlo apuntándome a clases de ejercicio terapéutico y conciencia corporal, tonifica los músculos, trabaja la elasticidad…. todo esto hará que mejore tu postura y bienestar general.
  • El sobrepeso y los hábitos tóxicos afectan a tu suelo pélvico

    El exceso de peso afecta a todos los niveles, también al suelo pélvico, haciendo que haya más carga en ellos. Y respecto a los hábitos tóxicos como fumar, generan tos (entre otras muchas cosas), que a su vez, genera una presión abdominal que podría ser totalmente innecesaria para el suelo pélvico. 

    OBJETIVO: Revisa tu alimentación (¡Sí! ¡Una vez más! ya ves que lo que consumes es muy muy importante). Tienes un programa increíble para ‘Cambiar tu alimentación y transformar tu estilo de vida’ en este enlace. Además, te aconsejamos que mantengas unos niveles de actividad física diaria que faciliten normalizar tu peso. Y, ya por terminar este punto, Evita fumar, ¡lo agradecerá todo tu cuerpo!
  • Realiza actividades de bajo impacto

    Actividades como la natación, los abdominales hipopresivos, la bicicleta, etc. para así reducir el impacto en el suelo pélvico. Si por lo contrario a ti lo que te gusta es correr, hacer tenis o alguna otra actividad de impacto, lo primero que debes saber es en qué estado está tu suelo pélvico. Si todo está correcto, ¡adelante! En el caso del running, por ejemplo, lo aconsejable es alternar el correr con el caminar (CACO), así como, al final de la actividad, complementar el entrenamiento realizando algunos hipopresivos que ayuden a ‘remontar’ la zona.

    OBJETIVO: Realizar ejercicio que favorezca al suelo pélvico. Si tu actividad favorita es de alto impacto, recuerda compensar con unos cuantos abdominales hipopresivos. (si deseas profundizar en el trabajo hipopresivo, puedes visitar la entrada de nuestro blog de hace unos meses)

Estas son algunas de las cosas que debes revisar si quieres empezar con buen pié el nuevo curso y cuidar tu suelo pélvico como merece. Seguramente con este post hayas visto, una vez más, cómo de importante resulta tener una visión integral de ti mismo, de tu salud y bienestar físico, mental y emocional.

Recuerda que nosotros podemos ayudarte a conseguir estos y muchos otros de tus objetivos. O, también, puedes empezar con cualquiera de nuestros programas de acompañamiento como ‘Reconecta con tu Suelo Pélvico’, por ejemplo.

¡Feliz inicio de curso!

Hasta el próximo post 🙂

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